Cultivos hidropónicos

La hidroponía es un sistema de siembra caracterizada por la eliminación de la tierra en la plantación, en su lugar el aporte de minerales se realiza a través del agua de riego y el sustrato utilizado para la plantación se puede componer de materiales orgánicos e inorgánicos.

La hidroponía es un tipo de horticultura y un subconjunto de la agricultura que involucra el cultivo de plantas, generalmente cultivos, en solventes acuosos utilizando soluciones de fertilizantes minerales a base de agua. Las plantas terrestres o acuáticas pueden crecer con sus raíces expuestas al líquido rico en nutrientes, o un medio inerte puede sostener mecánicamente las raíces como perlita, grava u otros sustratos.

A pesar de un medio inerte, las raíces pueden alterar el pH de la rizosfera y los exudados de la raíz pueden influir en la biología de la rizosfera y el equilibrio fisiológico de la solución nutritiva a través de metabolitos secundarios. Las plantas transgénicas cultivadas hidropónicamente permiten liberar proteínas terapéuticas como parte del exudado de la raíz al medio hidropónico.

Los nutrientes utilizados en los sistemas hidropónicos pueden provenir de una variedad de fuentes, que incluyen desechos, fertilizantes químicos comprados en una tienda o soluciones de nutrientes artificiales.

Las plantas cultivadas hidropónicamente se cultivan con frecuencia en un invernadero o en un entorno cerrado con material inerte adaptado al procedimiento de agricultura de entorno controlado (CEA). Los tomates, los pimientos, los pepinos, las fresas, las lechugas y el cannabis se cultivan hidropónicamente regularmente, al igual que Arabidopsis thaliana, que se utiliza como organismo modelo en la ciencia y la genética de las plantas.

Cualquiera de los sistemas hidropónicos requiere la presencia de agua de forma continuada en la planta y un exhaustivo control de los nutrientes disueltos en ella, ya que cada cultivo demanda unas necesidades nutritivas diferentes. Una buena forma de controlar los niveles de nutrientes se consigue mediante los sistemas de automatización en el riego que permiten la aportación justa de nutrientes y agua en el momento determinado de desarrollo de la planta.

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